La Casa Rusia
Es el tercer verano de la Perestroika. Barley Blair, un editor londinense, recibe un documento de contrabando procedente de Moscú. Contiene información técnica de importancia vital. Pero ¿es auténtica? ¿Es auténtico el autor? ¿Es un topo? ¿Es un loco?
Blair, amante del jazz, bebedor empedernido, desaliñado, no es precisamente del agrado de los cerebros del espionaje pero se ven obligados a confiar en él y enviarlo a la Unión Soviética para ponerse en contacto con el remitente. Katya, la intermediaria en Moscú, es hermosa, inteligente y crítica con la ideología estatal. Mientras los clichés de la hostilidad se desintegran, juntos podrían representar el futuro —una idea que equivale a un anatema para los obstinados profesionales del espionaje de ambos bados—. La Casa Rusia es una novela de espías, una novela de amor y una fábula de nuestro tiempo.